¿i la temática del #Mujer?

Desde la década de 1990, una proporción creciente de los inmigrantes son mujeres y, hoy en día, ellas representan casi la mitad de las personas que cruzan las fronteras internacionales. En algunas regiones del mundo, incluidas Europa, América del Norte y Oriente Medio, la mayoría de los inmigrantes son mujeres. En el pasado, las mujeres emigraban principalmente para reunirse con sus familias, pero hoy, al igual que los hombres, la mayoría de las mujeres emigran en busca de trabajo. Las mujeres y las niñas también suponen más de la mitad de los 16,7 millones de refugiados del mundo. Durante sus viajes, las mujeres emigrantes están particularmente expuestas a la violencia, la explotación y la discriminación. A lo largo de la ruta de México a Estados Unidos, además de la violencia sufrida por todos los emigrantes, las mujeres y las niñas se enfrentan a riesgos de agresiones sexuales y violaciones por parte de delincuentes, otros emigrantes y funcionarios públicos corruptos. En los países de llegada, a menudo ocupan puestos de trabajo mal pagados (y dentro de la economía sumergida), con escasa o ninguna protección jurídica. Muchas de ellas trabajan en la privacidad de una vivienda, como trabajadoras domésticas, limpiadoras y cuidadoras, donde son especialmente vulnerables a los abusos por parte de sus empleadores.

A pesar de los riesgos, las mujeres siguen embarcándose en viajes peligrosos, a través de las fronteras terrestres y marítimas, para alcanzar sus objetivos: escapar de la persecución y la pobreza, encontrar un empleo y poder cuidar de sus familias. Para muchas mujeres, la emigración representa asimismo una oportunidad para emanciparse y contribuye a poner en cuestión y transformar los papeles asignados a los sexos, tanto en el ámbito público como en el privado.

La Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) es una ONG internacional de defensa de los derechos humanos que representa a 178 organizaciones de hasta 120 países. Para más información: www.fidh.org
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Desde la década de 1990, una proporción creciente de los inmigrantes son mujeres y, hoy en día, ellas representan casi la mitad de las personas que cruzan las fronteras internacionales. En algunas regiones del mundo, incluidas Europa, América del Norte y Oriente Medio, la mayoría de los inmigrantes son mujeres. En el pasado, las mujeres emigraban principalmente para reunirse con sus familias, pero hoy, al igual que los hombres, la mayoría de las mujeres emigran en busca de trabajo. Las mujeres y las niñas también suponen más de la mitad de los 16,7 millones de refugiados del mundo. Durante sus viajes, las mujeres emigrantes están particularmente expuestas a la violencia, la explotación y la discriminación. A lo largo de la ruta de México a Estados Unidos, además de la violencia sufrida por todos los emigrantes, las mujeres y las niñas se enfrentan a riesgos de agresiones sexuales y violaciones por parte de delincuentes, otros emigrantes y funcionarios públicos corruptos. En los países de llegada, a menudo ocupan puestos de trabajo mal pagados (y dentro de la economía sumergida), con escasa o ninguna protección jurídica. Muchas de ellas trabajan en la privacidad de una vivienda, como trabajadoras domésticas, limpiadoras y cuidadoras, donde son especialmente vulnerables a los abusos por parte de sus empleadores.

A pesar de los riesgos, las mujeres siguen embarcándose en viajes peligrosos, a través de las fronteras terrestres y marítimas, para alcanzar sus objetivos: escapar de la persecución y la pobreza, encontrar un empleo y poder cuidar de sus familias. Para muchas mujeres, la emigración representa asimismo una oportunidad para emanciparse y contribuye a poner en cuestión y transformar los papeles asignados a los sexos, tanto en el ámbito público como en el privado.

La Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) es una ONG internacional de defensa de los derechos humanos que representa a 178 organizaciones de hasta 120 países. Para más información: www.fidh.org
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